jueves, 12 de julio de 2007

¿Qué pasa con la música?

Está claro que durante los últimos años no han surgido solistas o bandas que puedan llegar a ser lo que algunas estrellas lograron durante las décadas del 60, 70 y 80 en todo el mundo. La calidad del mercado musical disminuyó, los “exitosos” tienen pasos fugaces y nadie puede captar la atención de la gente como lo hacían bandas como: Queen, Led Zeppelín, The Rolling Stones, The Beatles, The Doors y muchas más, que fueron, son y serán (a pesar de que algunos hayan muerto) íconos de la historia musical universal.
Si bien aparecieron cantautores como Jack Johnson, James Blunt y algunos grupos como Red Hot Chili Peppers o conjuntos de música hip-hop o reaggeton, todo el mundo sabe que ninguno de ellos, salvo excepciones, podrán dejar una marca, un mensaje o ser símbolos de sus respectivas épocas.
¿A qué se debe este decaimiento en la calidad de las composiciones y los ritmos en los temas de los autores?
Difícil de explicar. El rubro musical crece a grandes rasgos, hay lugar para cualquiera que haga una canción pegadiza, que encaje en alguna serie, programa o simplemente
que sea algo bien comercial. Esto no debería ser así. La música es un arte y el arte es para los artistas, no para
cualquiera. Antes, muchos años atrás, los compositores escribían, cantaban o tocaban con el corazón; hoy parecería ser que sólo lo hacen por algo de dinero y fama.
Además, la música, por ejemplo en la década del 60 de la mano de John Lennon y compañía, movilizaba multitudes, miles de personas que pedían paz, paz y amor para todo el mundo. “All we are saying, is give peace a chance” (todo lo que decimos, es darle una chance a la paz), esa era la consigna de los Beatles, o el caso de Freddy Mercury con Queen, que izaron la bandera gay y causaron sensación, furor y cambios en todo el mundo. Eso es arte, tener la capacidad de, desde el lugar de músicos, promover sensaciones; alegrías, protestas, llantos, amor, paz, odio.
También, existe el oportunismo. Maldito oportunismo, que aprovecha un momento de desazón, de crisis, de lo que fuere, como es el caso de grupos de cumbia, no todos, que en sus canciones promueven la delincuencia, el saqueo y otros actos de vandalismo, comunes en varios momentos de nuestro país. Eso no, eso no es arte, por más de que hagan ruido con unos platillos, algunos instrumentos digitales y ritmos
pegadizos, eso no es lo que llena, lo que verdaderamente satisface.
Si bien hay motivos lucrativos, sociales o ideológicos por los cuales las bandas ya no son lo que eran antes y no logran batir récords de audiciones como en otras épocas solía suceder, no se logra comprender la causa principal por la cual ya no surgen ídolos como Bon Jovi, INXS, The Police, KISS, AC/DC y otros artistas que hicieron historia y que, algunos, hoy son leyendas.
¿Qué pasa con la música? ¿Por qué la gente tiene que esperar que vuelvan a tocar tipos que tienen más de 60 años? ¿Por qué nadie causa la sensación que causaban los “grandes”? Puede ser producto de la globalización, el rápido acceso a cualquier tipo de material mediante Internet puede generar cansancio y aburrimiento con respecto a algunos autores. O también puede ser que, al haber tantos solistas y/o bandas, cueste encontrar alguien que se destaque del montón. Y otra posible razón, y parece ser la más adecuada, es que los músicos carecen de inspiración, que no hay nada que los “mueva” y por eso sus composiciones sean chatas y pasajeras.
Por suerte, en los últimos años los argentinos pudieron gozar de presentaciones de artistas internacionales que deleitaron al público y llevaron la mente de todos a otro momento, otra historia; una historia que parece difícil recuperar, pero no imposible.
Cabe destacar, o preguntarse, si en esta situación existen culpables. ¿Quién tiene la culpa de todo esto? Todos. Los artistas y los consumidores, principalmente éstos últimos. Como dice el refrán: “La culpa no es del que come, sino del que le da de comer”, exacto. La gente, toda, debería tener un “oído” más exquisito, exigente. De esa forma se reduciría el espacio para aquellos que en vez de llenar, vacían. Porque la música cada vez es más vacía, menos interesante y a los amantes del rubro les preocupa, los alerta, les hace notar que siempre tendrán que escuchar (esto no quiere decir que dejen de hacerlo) a los mismos de siempre, esos que alguna vez supieron hacer de todo esto un verdadero arte.
Por último, solo resta esperar. Esperar que alguien se inspire, que alguno logre remontar la bandera de la buena música. Es fácil criticar, por supuesto, pero no puede ser que nadie lo logre, que nadie le cause escalofríos a la
gente con sus cuerdas vocales, con el sonido de sus instrumentos o con el contenido de sus composiciones.
Tiene que haber un cambio global, la música tiene que volver a ser lo que era, una pasión, aquella pasión de multitudes que logró, en varias oportunidades, escenarios, países, continentes y corazones, hacer sentir que vale la pena estar vivo para regocijarse con una dosis de buen material.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Es difícil dar una respuesta integradora de todas las causas, mirando un monitor y en 5 minutos... me parece, igual que el vacío de la música actual es un reflejo del vacío o el desconcierto contemporáneo de las sociedades occidentales. Pareciera que las formas utilizadas hasta acá, de sentir y expresar, han sido agotadas. Y la repetición es inevitable. Mmm podría seguir escribiendo pero me iría al carajo... así que mejor voy cerrando con un ultimo aporte, genero en el cual yo no creía y hasta si detestaba, la música electrónica. En cualquiera de sus sub géneros. Me parece interesante echarle una mirada a esta nueva perspectiva musical. La música electrónica no es algo nuevo, no es pastillita, no es solo pacha y toda la pelotudes (recordemos tb que la música de las décadas del 70 y 80, era mal vista por muchos por drogas, lcd, porro, heroína, hippismo, rebeldía y bla bla bla prejuicios) ... viene arrastrando décadas de experimentación con la música, y una de las cosas mas interesantes es la gran apertura que le da a la forma de concebir e interpretar la música, pudiendo conocer y experimentar sonidos que hasta ahora eran insospechados. Que si es música? Son músicos? Son instrumentos?... larrrrrgooo debate, hasta dentro de 20 años cuando entendamos el movimiento, como siempre pasa con todo, la historia entiende mejor que quien la hace. Arriesgo, la guitarra la toca el hombre y la hizo el. La maquinita para hacer los sonidos la hizo el hombre y la modifica el, creando sonidos. Creo que hay que mirarlo como un instrumento mas. Bueno, es demasiado... pero estaría bueno considerarla como una nueva forma de música, de sentir y de expresar, y si la música de hoy parece vacía, entonces escuchemos que es lo nuevo que tiene para contarnos, tal vez valga a pena. Considerarla y luego juzgarla.... yo recién la estoy considerando... repito, no soy fan de esta música ni nada parecido, recién abro mis oídos a ella, pero me parece interesante por todo lo nuevo, además de lo musical, que esto trae con si. Gracias por el espacio : )
Hasta la prox !!
P.D: colorado el 36 es tuyo? Extraño, divertido, aromas de Poe...
R

Anónimo dijo...

es cierto, por qué no surge un grupo o solista que cause lo que siguen causando hoy los artistas del pasado??
Sin repetir fórmulas.
Bueno nada más, está bueno tu blog, lástima algunas notas (como la de las mujeres) jajaja
Besos

Cynthia