domingo, 14 de octubre de 2007

Con gloria morir

Todos teníamos el sueño; los hinchas, los periodistas, los curiosos y hasta los mismos jugadores. El desempeño, la entrega y la ya conocida garra puma, dieron que hablar durante más de un mes de lo que se lleva jugado del mundial de rugby, en su sexta edición.
El equipo argentino llegó a semifinales por un combinado de factores. Buen juego, amor propio, inteligencia, individualidades y muchas otras cosas que hicieron de este equipo, el mejor de nuestra historia rugbística.
Pero llegó Sudáfrica, llegó el final. Nada se pudo hacer frente a semejante poderío. Los Springboks fueron, son y serán potencia. Orden, estratégia y oportunismo; además de otras cualidades de varios de sus jugadores que rondan lo superlativo.
Más allá de que Los Pumas jugaron un partido para el olvido, nada opaca semejante actuación el el sertámen. ¡Que historia que escribieron estos tipos! Indescriptible y hasta hoy, inigualable.
Gracias Pumas, gracias por deleitarnos, no sólo con su juego, sino también, con su amor, con ese amor tan característico que los puso en la cima del mundo y que quedará por toda la eternidad guardado en nuestras memorias y en la historia del rugby mundial.
Además, cumplieron con su palabra, juraron con gloria morir y así lo hicieron, con toda la gloria.

lunes, 8 de octubre de 2007

Mensaje para los lectores

No quería dejar pasar la oportunidad para agradecerles a todos aquellos que siguieron la historia, dejaron sus comentarios, o no, y mantuvieron la calma durante semanas de suspenso.
Me hace muy bien saber que hay gente que lee lo que escribo y me motiva para seguir mejorando.
Espero que les haya gustado. Revisen el archivo del blog, hay otras cosas que pueden interesarles; y, mantenganse alertas, otro cuento está por venir.
Saludos y nuevamente, gracias.

Pobre vieja (Capítulo V) - Final

Con Martita tirada en el sillón, saqué a los sátrapas del baño y los llevé al lado del hogar, que estaba enfrente del sillón donde minutos antes había visto lo peor que podría haber visto en mi vida. Mi novia cogiendo con mi mejor amigo, mi hermano.

Cuando Pablo vio a su vieja ahí tirada se puso loco, se empezó a retorcer, no se podía parar porque le había atado los pies. Camila estaba dura. Le pegué una patada en la cabeza al infeliz para que dejara de moverse y lo deje medio tarado, pero consciente.


-Ahora vas a ver Pablito, ahora vas a ver- le dije con una voz como si el diablo se hubiese apoderado de mí.
Ella seguía dura.

Reanimé a la vieja, que se despertó mareada y se retorcía sin entender qué había pasado. Fui a buscar la escopeta, que había escondido en la cocina y les dije a los tres que se quedaran quietos.

Volvió el llanto. Le conté a Marta lo que había pasado, todos seguían atados y yo fuera de mi, pero le conté todo con detalles para que entendiera la situación. La mamá de Pablo se quedó dura, completamente inmóvil. Miraba a su hijo como una madre lo mira si se entera que su hijo se droga, o mata, o se coge a la novia de su mejor amigo. El sorete miraba el piso, ¡que sorete!

Camila, seguía quieta.

Cuando terminé de contarle, ejecuté mi plan.
Le disparé a Pablo, no lo quería matar todavía, así que le disparé en el pito, ese con el cual había cometido el peor error de su vida. No podía gritar porque estaba amordazado, pero gritaba por dentro, se retorcía, todos gritaban por dentro, pero el sentía el dolor, dolor físico, por ahora.

No se desmayó. El único que podía hablar era yo, y no levantaba mucho la voz. Sabía que los disparos no alarmarían a nadie porque era zona de caza.

La miré a Marta, lo miré a Pablo y le dije: “Sufrí, sufrí todo lo que puedas sufrir”. Volví mi mirada hacia su madre, le pedí perdón y le disparé en la cabeza.

Ahora si que sufría Pablito, sufría como yo quería. Pero lo físico parecía ya no importarle, ya no se retorcía, se quedó duro. Pero yo sabía que el dolor que estaba sintiendo él por dentro era inexplicable, y eso era lo que yo estaba buscando.

Luego de matar a la pobre vieja, que poco tenía que ver, pero era parte esencial de mi plan, efectué un cambio que hasta para mí, fue inesperado.

Les cuento, mi plan original era matarlos a todos, pero, ¿qué sufrimiento sentirían de esa manera? Entonces hice lo siguiente.

Mientras pablo se desangraba, Camila estaba quieta en estado de shock y la vieja yacía muerta en mi living, llamé a una ambulancia para que, mi ex mejor amigo no se desangre. No fue compasión, al contrario, lo hice para que sobreviva y siga su vida con el peso de haber matado a su madre, él la mató. Sabía que los paramédicos iban a tardar por lo menos 10 minutos, entonces continué.

Me acerqué de nuevo a la parejita, que seguía desnuda, atónita y bañada en sangre, los miré, mejor dicho, la miré a ella y le dije: “Y vos, Cami, vos vas a vivir toda la vida con esto”, y me maté.

Dije que me había ido a vivir cerca del pueblo, del paraíso. Y si, me fui al infierno. Del amor, al odio. En un solo paso.

domingo, 7 de octubre de 2007

Deja vu, para hacer historia Puma

Me hicieron acordar al mundial de 1999, que manera de sufrir. Aquella vez con Irlanda, por el pase a cuartos de final. Hoy, con otro país del Reino Unido, Escocia, pero por otro pase, el de la historia, a semifinales.
15 tackleadores con hambre de gloria dejaron una marca, de la cual quieren hacer un sello aún más grande. Los Pumas le ganaron a Escocia, sufriendo, con garra, con lo de siempre pero potenciado. Nadie iba a quebrar esa defensa, se iban a equivocar ellos, y así fue.
19 a 13 marcó el score final. Festejos, emoción y descarga fueron las primeras sensaciones. Lo que queda para la historia, es la mejor posición Argentina en la historia de los mundiales de rugby, ya estamos entre los mejores 4 equipos del mundial.
Antes no se podía hablar de Sudáfrica porque primero estaban los pollerudos amigos de William Wallace; ahora sí, se vienen los Springboks. Hay que matar o morir, jugar con eso que tanto los caracteriza, amor, pasión, talento y corazón.
Se puede, se puede seguir haciendo historia. El mundo está a sus pies y nadie duda de su potencial.
Con los británicos vivimos un deja vu que se transformó en historia, ahora hay que dar un paso más.
Imagínense, que lindo sería volver a ganarle a los franchutes en París . . .

lunes, 1 de octubre de 2007

Treinta Pumas contra quince gatitos

Una vez más nos hicieron delirar, emocionar. Cuanta garra, cuanta técnica, cuanta fiereza.
Ya no hay que hablar de supuestos, Los Pumas aplastaron a Irlanda y alcanzaron los cuartos de final. No hablemos más de revelaciones, son una realidad. Los respetan, les temen, los admiran; el mundo disfruta de su juego.
30 Pumas liquidaron a 15 tipos con camiseta verde que poco pudieron hacer ante tanto tackle, ante tanta calidad rugbística.
Cuando un chico empieza a jugar a este deporte, su entrenador intenta meterle una sola idea en la cabeza: "A la pelota, la tenés que cuidar como a tu vieja". Estos guerreros parece que lo entendieron a la perfección. Solidaridad, solidez, corazón, entrega, todo lo que pueden hacer, lo están haciendo.
Ahora viene Escocia, más les vale que lo llamen a William Wallace, porque del otro lado va a haber un equipo, un país, 15 corazones latiendo al mismo tiempo que lo único que quieren es arrollar, como lo vienen haciendo.
Como dijo Pichot, "esto recién empieza", para Argentina por supuesto, Irlanda ya está en la platea de Cardiff para ver el choque entre Francia y Nueva Zelanda.
Nosotros apoyemos, hagamos fuerza y contemplemos a estos hombres que dejan la vida por la guinda.