La ciudad yace, exhausta, moribunda, inerte ante tanto sentimiento. Salgo a caminar, intentando encontrar esa paz que sé que nunca ronda por esas esquinas. La gente flota, levita, sostiene sus rostros para que no caigan al asfalto que tanto peso carga. Todo está tranquilo, nada fuera de lo común, eso es lo que me preocupa.
“La gente está muy normal”, reflexionó un día un gran sabio a quien mantendremos en anonimato. Me dijo eso y se fue. Huyó, escapó, se cansó quizás. ¿Quién sabe? Bien hecho amigo, lo felicito. Lo aplaudo. Nos encontraremos pronto.
En la esquina donde espero el colectivo aparece un doberman, o una doberman, no me fijé ni supe distinguir; no viene al caso. Al can lo sigue su dueño, un tipo grandote, campera de nylon inflada por los músculos que se ejercitan a diario en el gimnasio, según parece. El 36 tarda en llegar, pasan todos menos ese, el que yo necesito. Es como cuando uno maneja, elige un carril y cuando se corre a otro para avanzar más rápido, en el que estaba comienza la fluidez de los automóviles. Carajo.
Ahí viene. Un peso, gracias. Me siento. Todo esto transcurre de noche, apaguen el día.
Poca gente, poco tránsito. Eso me relaja, me sirve. Pienso, miro, veo lo mismo de siempre. Desesperación silenciosa, las mismas caras largas. El mismo asfalto, la misma mediocridad. Puta mediocridad, ciudad de mierda.
Todo se comunica y nadie dice nada. Todo se toca, todo se roza; todo vive y cada día muere más. Nada importa. Todo sale, todo entra. Uno nace y pide basta. Todo brilla y nada vale un mango.
La ciudad yace, exhausta, moribunda, mientras todo se agita a su alrededor. Una bomba de tiempo de sentimientos.
2 comentarios:
...una bomba de tiempo de sentimientos...
...y a veces siento que estallo...
Acaso mis brazos caídos no demuestran evidente derrota?
El cuerpo inútil, la mente exhausta. El cerebro inactivo y el corazón cubierto. Quizá si lo ignoro lo suficiente desaparecera y me dejara en paz. Inevitablemente sigue latiendo, si tan solo pudiera callarlo...
Las Lagrimas secas...
El cuerpo se torna inestable, la desesperación asfixia, y la garganta se seca. Los ojos dilatados continúan su búsqueda, con esperanzas de encontrar sus compañeras desahogadas. Donde están?
Cada quien ha corrido hacia su propio destino. Como una estrella fugaz que brilla y desaparece en un instante dejando Nada excepto la profunda oscuridad del vacío.
Debemos con una sonrisa aceptar el dolor, la muerte, la guerra, la gente perdida, solitaria. cada día alguien nos recuerda que no debemos llorar. CUANDO TERMINA!!?
Existe algún Final donde podamos descansar para recoger nuestras fuerzas, nuestras partes perdidas, nuestras esperanzas? Ironico, todo este tiempo no he hecho más que descansar;
descansar en una cueva de lobos, un mar de serpientes, en un lago de dudas.
Ahora solo pido la luz encendida, la puerta abierta y un mar de oportunidades. Ni siquiera un mar, aunque sea una gota, UNA SOLA gota que calme mi sed, que humedezca mi garganta.
SE HA NUBLADO!!! Esperan una tormenta, me han dicho que mantenga los ojos abiertos, que me prepare y salga afuera a esperar.
Pero en este momento esta lloviendo...y las gotas no existen.
o será que ya he dejado de sentirlas?
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