domingo, 17 de octubre de 2010

Unos locos lindos


Esta es la historia de gente común, pero distinta, de unos cuantos locos.

“Un loco deja de serlo cuando su idea se hace realidad”, leí por ahí. Cuánta verdad.

En sociedades como la nuestra es difícil imaginar que alguien haga algo desinteresadamente, sin querer sacar provecho alguno de la situación a la que se enfrenta. Para eso están estos locos.

Locos idealistas que buscan la igualdad social. ¡Ja ja!

¿Qué se creyeron estos ingenuos? ¿Que pueden cambiar el mundo? ¿Que pueden desaparecer las sociedades de consumo? ¿Creen acaso que van a acabar con los prejuicios, el egoísmo, la hipocresía y la desigualdad?

Si. Nos lo creímos… buscamos justamente eso. Y no vamos a parar hasta conseguirlo.

Es por esto que nosotros, los locos, tenemos un nombre común: Voluntario; somos parte de una misma familia: Un Techo Para Mi País; y tenemos un mismo objetivo: ayudar a erradicar la extrema pobreza en Argentina y Latinoamérica.

Cuando los locos vamos a los barrios a detectar, a construir, a la juegoteca con los nenes, a los talleres de oficios, a las charlas o simplemente a visitar a las familias, se nos llena el corazón.

Se nos llena el corazón al terminar de darnos cuenta que, como diría Manu Chao, “Todo es mentira en este mundo”. Todo menos esto.

Esta realidad. La realidad de la injusticia, de la desigualdad. La realidad de las familias que no tuvieron las mismas oportunidades que nosotros, que no tienen acceso ni al agua, mucho menos a la educación, pero sí a la esperanza.

Ese es nuestro motor, nuestro alimento. Las sonrisas de los chicos a los que les damos un hogar lejos del barro y de la lluvia; los llantos de padres desesperados por poder progresar y contar la tranquilidad de que sus hijos se enfermarán un poco menos; la ilusión de poder salir a conseguir un trabajo digno; y la confianza de saber que un cambio es posible.

Estos locos, nosotros, estamos contribuyendo para lograr un cambio. Dejamos de lado ciertas cosas, resignamos otras, porque tenemos la convicción de saber que esto es lo importante. Que nada nos detenga. Por favor.

Es esencial que sigamos adelante. Que sigamos contagiando y confiando en que, detección a detección, construcción a construcción y más que nada, que de familia a familia, podemos cambiar la realidad. Esta es la realidad y está en nuestras manos cambiarla. Juntos podemos ayudar a quienes más nos necesitan.

Si no vale la pena esto, no vale la pena nada.

Gracias locos, a todos ustedes por contagiarme esta mágica locura.

Ojala, el mundo estuviera un poco menos… pero un poco más loco.

Les habla una persona que supo estar desesperanzada.

3 comentarios:

pili dijo...

me encanta lo que estás haciendo...te felicito fede

Silvia LM dijo...

Me imagino que el momento en que pasan de la primera impresión de incredulidad a la segunda de sorpresa y la tercera de gratitud es impagable!!!!!

Sil

Sami dijo...

"Se abrieron dos caminos en mi vida", oí decir a un hombre sabio; "opté por el que menos se transita, y eso significó la diferencia a diario."
- Larry Norman