lunes, 10 de noviembre de 2008

Capítulo V, Final

Veneno; eso corría por mis venas, veneno. Unas ganas de matar, que mi sistema nervioso no conocía, rompieron la tranquilidad en la que me había dejado Paulita. ¡Mi mujer me engañaba, y lo hacía con el investigador al cual yo había acudido para descubrirla! La situación no podía ser peor, pero decidí que no iba a parar hasta descubrirla infraganti.


Pasaron algunos días hasta la siguiente salida de Laura, pero la noche llegó. Un sábado en el que dijo: “Gon, hoy ceno con las chicas. ¿Por qué no llamás a los chicos para que vengan a ver el partido?”, me ofreció. Esa noche jugaba Argentina contra Brasil, un amistoso que no tenía mucha importancia, pero no dejaba de ser un clásico. Sin embargo, no estaba en mis planes quedarme en casa, pensando como, el Sherlok Holmes de cuarta ese, se fornicaba a mi mujer.


Le dije a Laura que no se preocupara, que yo arreglaría mi noche más tarde y vería si llamaba a mis amigos o preferiría la soledad de la escritura.
Mientras tanto, mi cabeza pensaba cómo iba a hacer para seguirla.


Ella se fue a bañar. Se cambió, se perfumó y se maquilló para “ir a cenar”. Yo miraba una película francesa mediocre que estaban dando en el cable.


Se hicieron las 20 y el taxista que la llevaría al encuentro tocó el portero eléctrico.


- Mi amor, me voy. – me dijo.
- Bueno, esperá que bajo con vos.- contesté con suma tranquilidad.
- ¿A dónde vas?- preguntó curiosa.
- Al videoclub, voy a alquilar algo por las dudas. En el cable no hay nada.-repliqué.
- Ah bueno, dale.


Bajamos en el ascensor sin omitir palabra. Estaba divina, como hace mucho tiempo no la veía. Yo había salido del departamento con las llaves, plata en el bolsillo y el celular; de entre casa, pero sin que ella se diera cuenta, como para no volver.


Miré el número del móvil de la empresa que la esperaba, nos saludamos, se subió al auto y se fue. Apenas la vi doblar en la esquina, paré un taxi que pasaba por la puerta y le dije que doblara en la esquina y siguiera a su colega que iba por allá adelante.


Casi los perdemos dos veces, pero el hombre que me llevaba era un gran conductor, que, además, palpitaba mi urgencia. En varias ocasiones le expliqué que era muy importante que no los perdamos.
De todos modos, el viaje, desde casa hasta el destino de Laura, no fue muy largo. Con media cuadra de distancia, la vi entrar a una casa. Era en Villa Urquiza, en una zona tranquila, de casas grandes y ostentosas.


Una vez que entró, pagué mi viaje, me bajé del taxi y empecé a hacer mi propia investigación del terreno; la calle, la casa, las ventanas.


La casa tenía tres pisos. En la planta baja había una ventana por la cual se podía ver la cocina, otra ventanita que parecía ser la de algún baño y por último, un ventanal por donde no pude divisar nada hacia el interior, por la oscuridad que predominaba en el piso más bajo de la propiedad.


Parecía imposible entrar. Nada se me ocurría, o ninguna idea me parecía viable para conseguir traspasar la puerta que me separaba, literalmente, de la infidelidad de la cual yo era víctima.


Me quedé parado a un costado de la puerta de la casa. Decepcionado, ofuscado y sin saber qué hacer, decidí ir hacia la vereda de enfrente a tratar de pensar un poco y esperar que Satán me diera un consejo útil.


Pasaron 10 minutos, hasta que una sorpresa más apareció ante mis ojos. Un taxi paró en la puerta de la casa y la puerta trasera izquierda se abrió. Yo, al otro lado del asfalto, no lograba divisar bien el rostro del pasajero, hasta que ella bajó, el taxi se fue y la pude ver. Era Paulita, la camarera.


Me desesperé, no pude contenerme. Apenas se fue el taxi que la había llevado, me paré de un salto, crucé la calle corriendo y cuando llegué a su vereda me detuve de golpe. “¿Paula?”, le dije en voz baja, reprimiendo todas mis emociones. “¿Qué haces acá?”, continué.


-¿Gonzalo? – preguntó aún más sorprendida que yo. – Vengo a una reunión en lo de un amigo… pero… ¿qué haces vos acá?- siguió, con un tono casi increpador.


-Me invitó una amiga.- fue lo que más rápido se me ocurrió para zafar de esa situación y, quizás, para entrar a la casa.


-¡Ah mirá vos! Yo pensé que el grupo ya estaba cerrado, pero siendo vos… bienvenido.-contestó.


Antes de tocar el timbre, me besó y me volvió a agradecer por la noche que habíamos pasado juntos en mi departamento. Yo, mientras tanto, intentaba pensar con qué me iba a encontrar del otro lado de la puerta. Por un momento, pensé que capaz era un grupo de autoayuda, aunque luego (todos estos pensamientos volaban sobre los segundos en mi cabeza) me di cuenta de lo despampanante que estaba mi mujer y de lo hermosa que estaba Paulita, por lo que descarté esa hipótesis.


La puerta se abrió.


FIN

6 comentarios:

-.PoPpY.- dijo...

VOS ME ESTAS CARGANDO?????
??????????????????????????
??????????????????????????
??????????????????????????
??????????????????????????
Tenemos que hablar.

Anónimo dijo...

ehehehehe....tukan
vos nos estas jodiendo! Imagino que este es un final de mentira...como las bandas en los recitales que se van y vuelven y tokan el tema final.
No puede terminar así, es el final mas abierto que lei, la puta ma
facu

Anónimo dijo...

tuko te voy a matar, me lo fume todo de corrido desde el capitulo uno, decime que entra en una orgia o algo! pero por el amor no me cortes asi la imaginacion! terminalo no seas nepe, no me digas que me imagine el final, mongo....un abrazo grande piji
juampo

Anónimo dijo...

Hehehe
Parece um programa que dava na televisao brasileira, chamado "Voce decide"...as pessoas ligavam e decidiam entre dois finais.
O apresentador dizia..."Por que o final voce decide".
Muito bom!!!
Beijo Júlia

Anónimo dijo...

Nooo, no me dejes así!!!!!!!!
me encantó!!! La historia tiene sus partes comunes pero ¿con el detective? jajaja, está muy bueno!!! Y tiene unos detalles que bueno, piolas y en los momentos justos, de verdad me gustó mucho...
Ahora, en serio, no podes dejar ese final....

Besos
Sil
(como recreo entre encuestas y molestias me vino bárbaro)

no tan anónimo dijo...

naaahhh
no podés terminar la historia ahi!!!!.........o no se te ocurrió nada....o tu final era muuuy malo...
me leí todo el cuento de una vez, no podés dejar así a la gente!!
vos tenés algún problema con la infidelidad??!! porque leí tu anterior cuento y tb trata sobre lo mismo, con diferentes matices...
escribis y describis muy bien, me gusta